Como si no bastara tener a Maribel Guardia echando sus gallos en los palenques (reconocer que Maribel no es corriente como la cubana), Niurka Marcos nos ataca los tímpanos y el buen gusto con el lanzamiento de su CD titulado "La Emperadora" con diez temas que amenazan venderse en todo México (será que quiere imitar a Cuauhtémoc Blanco, no le falta mucho porque en lo groseros ahi están casi a la par) . Tuve la desafortunada tarea de oír su canción principal para hacer este comentario con conocimiento de causa, no se oye tan mal como cuando cantaba en vivo, esta vez la pista musical, los coros y demás artilugios de los editores de sonido ocultaron la nula calidad vocal que tiene la cubana. Sin lugar a dudas que la tecnología no sólamente sirve para disimular con la ayuda de Photoshop la celulitis en las fotos que salen en las revistas para caballeros sino que las tarjetas de sonido modernas convertirían en cantante hasta a un mudo, en este tiempo todos saben lo que se puede crear con una pc. Lo más gracioso de la presentación en la TV del disco de la cubana vía el programa La Oreja, es que se le anunciaba con bombos y platillos para una presentación como no se había visto antes a Niurka y tuvieron razón, nunca antes se vio tan ridículamente vestida, antes al menos lo que enseñaba distraia el cerebro para que los oídos no escucharan sus gritos. Apareció la cubana ataviada con un vestido horrorosamente escogido, con unos adornos que la hacían lucir como un árbol de navidad cargado de adornos baratos de diferentes colores, sin duda que sus asesores de imagen o su diseñador de vestuario carecen del buen gusto tal como la bailarina. Algo que me llamó la atención fue que en todo el circo para festejar el disco de Niurka en La Oreja, el grupo de barberos de Juan José Origel seguían las indicaciónes del jefe para alabar la gran voz y el talento de Niurka, veía a Aurora Valle haciendo el mismo papel ridículo de los demás empleados del titular del programa, que tristeza ver como la antes periodista con sentido crítico terminó bailando al ritmo que le ponían las desafinadas notas de Niurka Marcos, como decía el merengue "por la plata baila el mono".
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