
Parece que está de moda entre las famosas del escándalo ir a la iglesia a redimir sus culpas o al menos a tratar de acallar sus conciencias, algunos suponen que puede ser para aliviar el estréss de las disputas familiares que tiene con su madre y el problema con su ex Kevin Federline por la custodia de sus hijos Sean Preston y Jayden. Este domingo la cantante Britney Spears dejó su plácido hogar para ir con sus hijos y su fornido guardaespaldas a la Iglesia Presbiteriana de Bel Air. Antes habíamos visto a Lindsay Lohan que dejó brevemente su retiro en en el centro de rehablitación para ir a una iglesia. París Hilton hizo lo mismo luego del problema en que estuvo envuelta que al final la llevó a la cárcel, ella asistía a la iglesia con su madre para mejorar su reputación antes del juicio que la condenó a pasar unos días en prisión. Nadie duda que la iglesia es buena manera de acercarse a Dios pero cuando las razones no son las correctas todo es en vano.
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