En el año 2000 (aproximadamente) nace este programa como uno de los tantos experimentos de Televisa México en su filial Televisa Monterrey, éste ha sido su campo de pruebas y los televidentes regiomontanos sus conejillos de indias durante muchos años. A esto debemos la aparición de mutaciones televisivas que todavía pululan en los canales de televisión tales como: Patricio Zambrano, Cecilia Gutiérrez, Poncho Dinigris. Cabe mencionar que Televisa en lugar de buscar el desarrollo de la televisión en Monterrey la convirtió en su patio trasero y caldo de cultivo de programas con tan poca calidad como la que hoy comentamos.
Ellas con las estrellas aparece en Monterrey con unas veinteañeras conductoras que se seleccionaron como se darán cuenta por la cara bonita, las tres niñas solo tenían que leer las noticias del espectáculo que les pasaban en sus hojas impresas, más allá de eso no tenían mayor tarea, sonreir y de vez en cuando mostrar sus atributos físicos como quien no quiere la cosa. Tere Marín, Alma San Martín y Karla Minaya son las integrantes más conocidas de este grupo de conductoras, pero tenemos referencias que pasaron varias niñas más por esas sillas de conducción. luego de la salida de Alma San Martín ingresa Elsa Burgos cuyo logro más sobresaliente en toda su carrera fue el haber sido Señorita México 2002, para eso si basta ser bella. Hoy en 4TV continúan las chicas ya con más años y cirugías a cuestas, pero con los mismos comentarios redundantes de noticias que siguen leyendo como antes, pero agárrense de sus sillas cuando las chicas comentan de algo que no tienen ya previamente escrito por la producción en sus notas, se mandan cada patinada pues parece que de actualidad política, social o simplemente de cultura general están en cero. Para finalizar, no podemos pedir a Televisa que saque del aire un programa tan inflado de aire caliente porque estas ya maduras señoras (niñas en sus comienzos) no creo que puedan conseguir otro espacio similar al que tienen, no queremos que queden desempleadas y sin dinero para sus retoques con el cirujano plástico porque de algún modo los escotes generosos de Elsa Burgos nos distraen del tedio del programa. Lamentablemente ellas son de las conductoras y actrices desechables que durante tantos años hemos visto aparecer, brillar y luego apagarse sin dejar rastro. Aunque puede haber solución, que comiencen a leer y a educarse, buscar sus propias noticias y dejar de pensar que siguen siendo tan bellas como cuando empezaron hace muchos años atrás en Monterrey, creo que pido demasiado, quizás es algo imposible, el tiempo lo dirá.
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